#35 - Actúa de forma fractal
Actúa de la misma forma a todas las escalas y en todas tus dimensiones.
Since every individual is accountable ultimately to the self, formation of that self demands the utmost care and attention.
Dune
Las matemáticas fractales permiten, mediante una fórmula, crear figuras geométricas que muestran la misma estructura a cualquier escala que se examine.
Es decir: que si haces zoom infinito sobre una parte de la figura, irás aumentando el nivel de profundidad en la imagen, pero los nuevos detalles serán idénticos a los que estaban en el nivel anterior de zoom.
Y así infinitamente.
Es más fácil entenderlo de un vistazo:
Esta es una propiedad muy interesante que ha llamado bastante la atención de matemáticos, artistas y muchas otras personas y campos.
Lo que nos interesa a nosotros es esto:
Cuando algo es fractal significa que funciona igual a todas las escalas.
En la naturaleza también hay estructuras fractales, como la forma en que se propaga una descarga eléctrica:
Sobre cómo quieres actuar e interactuar
Hay una máxima muy simple de entender y extremadamente difícil de llevar a cabo para muchas personas:
Piensa, di y haz lo mismo.
A lo mejor te gusta más esta secuencia:
Di lo que piensas y haz lo que dices.
Como muchos conceptos simples de entender, es profundo y a la vez muy difícil de interiorizar y de poner en práctica. No importa que lo entiendas a la primera. Todo el mundo puede hacerlo. Lo que importa es que, si crees que es bueno para ti, lo pongas en marcha. Eso puede llevarte bastante tiempo porque puede ser que te obligue a cambiar tu comportamiento en una parte fundamental y eso no es fácil.
Pero la pregunta interesante nunca es si algo es fácil. Sino si es bueno y debes perseguirlo.
Te voy a explicar por qué te interesa hacer esto.
Primero por ti.
Cuando alineas lo que piensas realmente con lo que dices y, finalmente, con lo que haces, con cómo actúas por ti mismo y con cómo actúas en relación con los demás, pasa una cosa muy potente: estás alineado contigo mismo y te sientes en paz.
Todo encaja, no tienes que buscar explicaciones ni para ti mismo ni para los demás. Sabes lo que estás haciendo.
Sabes por qué lo estás haciendo y sabes que tienes una coherencia que se explica por sí misma, tanto para ti como para los demás, opinen lo que opinen.
Esto es muy potente. Seguramente más de lo que crees.
No subestimes lo importante de estar alineado contigo mismo, con poder pensar, decir y hacer lo mismo.
Puedes estar sufriendo porque sabes que no estás haciendo lo que dices o no estás diciendo lo que piensas o todo a la vez. Doble desalineación o triple desalineación.
Esto puede producir una disonancia cognitiva que simplemente te hace sufrir porque intuitivamente sabes que hay algo mal. Que estás haciendo algo mal. Y esa incoherencia no encaja y tú lo notas.
Esto lo puedes observar muchas veces cuando hablas con alguien y le haces ver una incoherencia en su comportamiento respecto a lo que dice. La respuesta que sueles obtener muchas veces es enfado y disgusto por parte de la otra persona.
¿Por qué?
Porque ha sentido la disonancia cognitiva que, consciente o inconscientemente, sabe que existe y le ha hecho sufrir.
No quiere que se la pongas de relieve y se la recuerdes. Esa persona sabe que está mal y precisamente por eso se enfada y te ataca.
¿Cómo se puede ofender alguien diciéndole de buenas maneras y sin ganas de atacarlo, que está actuando de forma distinta a como está diciendo?
Sólo de una manera: porque sea verdad, la otra persona lo sepa y le duela.
Y sufra.
No podemos saber lo que piensa nadie, aunque podemos tener pistas para deducirlo, pero sólo con los dos niveles que sí podemos ver (decir y hacer) ya podemos detectar incoherencias y desalineamientos.
Seguro que si piensas un poco recordarás muchas ocasiones en las que te ha sorprendido la reacción de una persona cuando simplemente tú o alguien puso de manifiesto un desalineamiento decir-hacer de esa persona y, aunque lo hizo sin ánimo de ofender, la otra persona se lo tomó muy mal.
En realidad el problema era suyo, no de lo que nadie le dijo. No lo ha resuelto, vive en ese lugar incómodo y sólo encuentra la paz cuando no piensa en ello. Si se lo recuerda, sufre.
Una vez planteada esta base, esta es mi recomendación:
Por mucho que creas que te va a costar alinear lo que piensas, dices y haces, tanto como ejercicio personal de cambiar tu comportamiento, como a nivel de coste social porque tendrás que deshacer cosas que hoy tienes montadas sobre esa desalineación y te preocupará las reacciones que pueden generarse si empiezas a actuar con las tres dimensiones clave alineadas, déjame que te diga una cosa.
Todo eso que crees que puede tener coste para ti, efectivamente lo va a tener, pero no es nada si lo comparas con el coste que estás pagando tú ya y el que vas a pagar a lo largo de tu vida por no poder estar en paz con lo que eres (piensas), dices que eres y haces.
Sé que no es algo fácil de cambiar, interiorizar y poner en marcha, pero es como limpiar la deuda que has contraído. Te persigue constantemente hasta que la pagas.
Cuando la pagas quedas en paz.
Estás limpio contigo mismo y, al final, esa es la persona principal con la que tienes que tener todos los asuntos limpios. A partir de ahí, esa paz la vas a propagar a los demás con quienes interactúes y tus relaciones serán mucho mejores. Para ti y para los demás.
Precisamente, esa es la segunda cosa por la que te interesa actuar de forma fractal: por cómo interactúas con los demás.
Si eres una persona que alinea pensar-decir-hacer, llamarás la atención por tu coherencia e integridad.
Dices lo que crees que es cierto y haces lo que dices.
Siempre.
¿Cuántas personas conoces que pasen ese test con buena nota?
Sin embargo, aunque muchas personas estén jugando a pensar-decir-hacer cosas diferentes por cálculos de beneficio social (y haciéndose daño a sí mismos, de paso, porque no pueden respetarse al saber que no son coherentes), resulta que las personas que sí están alineadas son las personas con las que todo el mundo quiere estar y trabajar.
¿No prefieres y valoras tú más a quien sabes que es coherente y alinea lo que piensa-dice-hace y tú lo sabes de forma clara?
Claro que sí. No sólo tú, sino todo el mundo.
Aunque pueda parecer lo contrario y en algunos entornos haya incentivos que pueda premiar a quienes, por prosperar, desalineen los tres niveles, lo cierto es que a nadie le gustan las personas desalineadas porque perciben la falsedad y la inseguridad de tratar con ellas.
Todo el mundo quiere tratar, social y profesionalmente, con personas alineadas porque eso aporta certeza y seguridad al saber que lo que pueden ver de una persona (lo que dice y lo que hace) es exactamente lo que es y no tienen que intentar averiguar si es falso, lo cual consume energía y genera desconfianza.
Las relaciones con personas no alineadas son de alto mantenimiento: siempre en guardia y gastando energía en averiguar si es cierto o no lo que está pasando y por qué alguien está diciendo o haciendo algo.
Las relaciones con personas alineadas son de bajo o cero mantenimiento: no gasta ninguna energía en analizar nada, porque sabes que lo que ves es lo que hay.
Déjame que te diga otra cosa que, por básica que parezca, a veces es olvidada: una de las principales razones que llevan a una persona a confiar en ti, socialmente y profesionalmente, es precisamente la integridad que perciben que tienes y tu coherencia en ese triple alineamiento.
No sacrifiques las grandes relaciones de confianza que vas a poder generar en tu vida y en tu profesión por cuatro lentejas hoy que exigen que te desalinees. Primero por ti, te lo debes a ti mismo porque es lo correcto y, precisamente por eso, te permitirá estar en paz contigo mismo. Después por los demás, a los que vas a tratar de forma sincera, que es también lo correcto. Finalmente por tus relaciones con los demás: o serán de confianza y te podrán generar mucho valor o siempre serás la persona para relaciones y tratos tácticos, con perímetro de seguridad para que no puedas hacer daño. Nunca estarás en las relaciones y tratos estratégicos porque esos exigen mucha confianza.
Sé fractal en el tiempo
No sólo actúes de forma fractal hoy, en una foto fija, en una relación puntual, en términos estáticos.
Incorpora la dimensión tiempo y extiende esto a términos dinámicos: cómo te comportas a lo largo del tiempo.
Cuando actúas de forma fractal a lo largo del tiempo, con todo el mundo que trata contigo (recuerda que tú eres el primero que tratas contigo y vas a ganar mucho respeto por ti mismo haciéndolo sin trampas) pasa que se genera consistencia. Consistencia es que a lo largo de muchas interacciones se ha producido lo mismo: alineación pensar-decir-hacer.
Tú quieres ser consistente para ti mismo y saberlo. Eso, como siempre, es lo primero.
Los demás notarán esa consistencia y empezarán a recompensarla.
Hay frases que van a empezar a definirte para los demás, como:
Lo que dice lo hace.
Si te lo dijo, es que es así.
No me hace falta que me lo expliques, si tú lo dices me basta.
Voy a hacer un negocio con esta persona porque me fio y sé que no me la va a jugar.
Esas frases y sus variaciones las has escuchado.
También has escuchado sus inversas. Inviértelas ahora y mira a ver qué tal te sienta que las versiones negativas de esas frases sean lo que alguien puede decir de ti.
Quieres estar en el lado positivo de esas frases.
Con suficiente tiempo, llega un momento que tu actuación fractal genera una reputación a prueba de bomba. Eso significa que si alguien dice algo sobre ti a quien te conoce, nadie le cree porque simplemente es imposible.
También has escuchado un diálogo con la forma:
Pepito hizo esto el otro día. No es de fiar porque a Juanito le había dicho esto otro.
No lo creo. Habrá una equivocación porque conozco a Pepito y eso no encaja.
Ese es el tipo de reputación que quieres tener, el que otras personas defienden, ni si quiera tú necesitas hacerlo porque la innegable torre de evidencia empírica hace casi imposible hacer una grieta en la armadura.
Reputación es lo que otros opinan de ti y es importante porque es básicamente tu capital reputacional lo que acumulas y luego puedes aplicar para generar beneficios en forma de relaciones o de negocios.
Tu reputación es un proxy de los rendimientos sociales o profesionales que puedes obtener.
La reputación la ganas con competencia (ser bueno) y actuar de forma fractal, lo que te hace previsible y confiable.
Reputación es externo a ti y te importa por lo que te acabo de decir, no por lo que opinen los demás de ti como deporte, como ejercicio de plaza del barrio o de red social. Las opiniones infundadas de personas que no te conocen o que te conocen y mienten ni las puedes controlar ni debes hacer nada para optimizarlas.
No es esa la reputación que te interesa conseguir, sino la reputación que surge de ser competente y hacer lo correcto de manera consistente en el tiempo.
Esa reputación empieza por ti mismo. Cuál es tu reputación para ti mismo y depende de ti. De lo que hagas surgirá tu reputación propia y la que los demás te asignarán a ti.
Hay injusticias en la vida que pueden atacar la reputación que sí te interesa (no todo es justo) y, si ocurren, tendrás que gestionarlo, pero estarás en buena posición sabiendo que tu reputación es real.
Finalmente, reputación interna u honor es una cosa y reputación externa es otra. De eso hablaremos otro días. Hoy sólo diré que el honor, o reputación interna, está por encima de la externa.
Siempre todo parte de ti y de lo que tú sabes de ti.
Mismo estímulo, misma respuesta. A cualquier escala.
Una de las cosas más importantes para ti y para los que se relacionan contigo es que ante el mismo estímulo reacciones con la misma respuesta. Esto es consistencia personal.
¿Prefieres a un amigo que, dependiendo del día, te responde o actúa de forma diferente aunque le hayas dicho lo mismo?
¿Prefieres a un jefe, a un socio o a un compañero de trabajo que, dependiendo del día, te responde o actúa de forma diferente aunque le hayas dicho lo mismo?
Pues entonces ya lo tienes claro: tienes que ser la persona que si le dicen o hacen lo mismo, responde igual. Por la noche, por el día, con lluvia, con sol, cansado o descansado, si ha tenido algún problema en su vida o no.
La volatilidad es algo que no quieres ni tú para ti mismo ni nadie quiere al relacionarse contigo.
La consistencia es la sólida roca que quieres para ti mismo y que todos quieren al tratar contigo, por eso les gusta tratar contigo, porque saben que eres consistente. El clima no influye en tu respuesta ante algo que te llega. Siempre respondes de igual manera ante el mismo estímulo.
Lo haces en todos estos casos:
Cuando te ven y cuando no te ven
Cuando ganas o pierdes
En pequeños entornos o en grandes entornos
Con gente que no puede darte nada porque son “pequeños” y con los que sean más “grandes” que tú. Ambos sólo son personas y merecen el mismo trato.
Con asuntos minúsculos o con asuntos muy grandes
En asuntos personales y profesionales: eres la misma persona y tienes los mismos principios. ¿Por qué iba a ser diferente? Si tienes dos personas, una personal y otra profesional, elimina eso y sé una sola persona porque te digo un secreto: eres una sola persona.
Actúa de forma fractal independientemente de la escala.
Eso está implícito en el propio concepto de fractalidad.
Piensa de forma fractal
Tu estructura lógica debería ser fractal.
Eso significa que tu forma de organizar los conceptos, las relaciones que hay entre ellos y los argumentos que generas con ellos debe ser fractal: repetirse a cualquier escala y en toda la extensión de tu pensamiento.
¿Por qué?
Porque eso es consistencia a la hora de aprender, incorporar información, organizarla y utilizarla.
Lo contrario a la consistencia es la variabilidad: ahora piensas de una forma, siguiendo una estructura lógica para este asunto y después sigues otra estructura lógica, con lo que aplicas diferentes reglas según el tema.
No piensas de forma fractal.
Eso, evidentemente, te hace un pensador fallido a nivel lógico, estructural. Y ese es el primer nivel que tienes que cuidar para que los que tienes que poner encima de esa estructura lógica sean sólidos y lo más correctos posible.
Una vez contraté a alguien para hacer una reforma en una casa. Cuando puso el techo de la pérgola de madera me explicó que tapaban las maderas por encima con tela aislante para que el sereno de la noche, la humedad, no tocara la madera y pudiera deformarla.
Me pareció un trabajo de muy buena calidad. Cuidando los detalles.
La obra progresó y tuvieron que desmontar ese techo de madera para rehacer otras cosas. Dejaron las tablas de madera apiladas sin tapar. Llovió varios días sobre esas maderas.
Cuando llegó el día de rehacer el techo, asumí que traerían tablas nuevas de madera, ya que de protegerlas de la humedad de una sola noche habíamos pasado a convertirlas en tablas de surf bajo la lluvia.
Mi sorpresa fue cuando vi que intentaban poner las tablas antiguas llovidas.
Pregunté al jefe de obra si no traían tablas nuevas porque esas se habían mojado.
No. No pasa nada. Las tablas están bien.
Que alguien traiga papel y lápiz.
Puede que estemos ante quien va a resolver los flecos de la Teoría M.
En ese momento te das cuenta de que al jefe de obra no le parecía un insulto intelectual decir eso, y no se lo parecía porque no tenía una estructura de pensamiento fractal. El más básico: si la humedad de la noche puede deformar la madera, qué no podrá hacer la lluvia.
Obviamente, tampoco tenía principios, sino que por ahorrar el coste de la nueva madera no fue sincero y no hizo una de las dos únicas cosas que se puede hacer en esa situación:
Ya que la cagué dejando las tablas a la intemperie varios días
O compro tablas nuevas y me jodo y asumo el coste
O negocio con el cliente de forma sincera a ver si tiene a bien ayudarme a minimizar el coste, a cambio de otro valor que pueda darle, asumiendo que el error es mío
Pero insisto aquí en que no razonaba de forma fractal porque si lo hiciera, se daría cuenta de que la barbaridad que estaba proponiendo era tan ofensiva que ni si quiera lo plantearía así. Intentaría hacer otro truco. Para él no era ofensivo a nivel intelectual.
Obviamente, cambió todas las maderas por maderas nuevas, pero no pude apelar a que admitiera la inconsistencia de su planteamiento, sino que lo tuve que obligar. No hace falta que lo entiendas, sólo hazlo.
Tú quieres pensar de forma fractal porque eso te dará los fundamentos que te permitirán hacer cosas como:
Expresarte y dialogar con los demás de una forma en la que puedas hacerlo siempre de forma consistente, utilizando la misma estructura de razonamiento
Plantear argumentos de la misma forma, utilizando la misma arquitectura a cualquier escala, no importa el tamaño del tema
Ser justo y ser conocido por ponderar los argumentos de los otros por sus propios méritos y tratarlos siempre igual, con la misma estructura de razonamiento, los diga quien los diga, como tratas a los tuyos
Estar cómodo en una posición en la que lo importante es hacer la pregunta adecuada (interesante más bien), la que mejor pueda llevar a mejorar el entendimiento de un tema
No importa que seas tú u otro el que de la respuesta correcta
Si haces esto para ti y piensas de forma fractal, entonces lo harás también cuando tengas que tener en cuenta las respuestas de los demás
Utilizar el mismo esquema para hablar sobre deporte, con tus amigos, de negocios, sobre ciencia, sobre filosofía, etc. No me refiero al estilo, sino a la lógica, a la arquitectura de cómo planteas las cosas
Da certeza saber que una persona no es arbitraria y que va a utilizar diferentes arquitecturas de razonar y de dialogar cuando lo que se debate es de una naturaleza o de otra.
Se siempre consistente y fractal.
Ten principios fractales
Todo lo anterior sólo puede acabar de esta forma: tus principios deberían ser fractales.
Los valores por los que riges tu vida, lo que crees que es correcto y lo que no, cómo actúas y cómo te relacionas con los demás, deberían poder ser examinados por ti (que siempre es quien tiene que exigir más y decidir sobre ti mismo) y ser iguales a cualquier escala.
Esto significa:
¿Te comportas diferente ante una persona “importante” y ante una persona “no importante”?
¿Lo que está bien para ti depende del contexto? En un contexto (sólo o sin que haya dinero que ganar de por medio) una cosa está bien o mal y en otro contexto (en un grupo de amigos o profesional, o habiendo dinero que ganar de por medio) esa misma cosa puede cambiar y ahora estar mal o bien?
Eso no puede pasar.
Tus principios tienen que ser iguales a cualquier escala.
Lo mismo con tu amigo el panadero que con el presidente de una multinacional.
Lo mismo cuando haces las cosas para ti que cuando estás en un grupo y todos opinan una cosa y tu la contraria, pero cambias la opinión, renuncias a tu principio, para encajar o prosperar en ese grupo y ese contexto.
Tus principios son una de las cosas principales que tienes en la vida.
Son una de las cosas principales por las que te vas a respetar a ti mismo. Por eso, por añadidura, te valorarán también los demás. Qué principios tienes y si los proteges y son sólidos, aunque te genere coste, o si renuncias a ellos según te convenga.
Otra vez: no sacrifiques lo que tú sabes sobre ti mismo y la persona que quieres ser por cuatro lentejas en el corto plazo. Si crees que estás pagando un coste, espera a ver el coste que vas a pagar contigo mismo y con los demás en el largo plazo.
Además, ni si quiera eso debería importante. El coste ahora y el beneficio haciendo lo correcto en el largo plazo.
Debería importante que lo correcto es lo correcto y no hay mucho más que negociar. Eso debería ser suficiente.
Si no lo es para ti, te he dado algunos argumentos estratégicos para que veas el valor que tiene.
Aviso: somos humanos
Todo lo que te acabo de proponer pretendo que es bueno y que deberías trabajar en ello, si no estás ahí ya, para ser el tipo de persona que actúa de forma fractal, piensa de forma fractal y tiene principios fractales.
Pero te en cuenta esto: somos humanos, tú y yo. Así que ni los más sabios pueden firmar diciendo que cumplen al 100% algo así por nuestros fallos inherentes a que somos personas y no somos perfectos.
Así que haz lo que debes hacer: trabaja en ello para conseguirlo con el mayor interés y energía que puedas. No te castigues más allá de lo necesario para aprender cuando falles. Sal de esa zona rápido, aprende y mejora. Eso es lo que realmente depende de ti, con lo que puedes hacerlo.
Ten en cuenta los planteamientos de hoy como aspiracionales. Son tu estrella polar. Dirígete hacia ellos. Llegarás o llegarás cerca. Recuerda en el camino que eres humano y permítete lo que es razonable permitirle a un humano, pero no lo que no es razonable.
Estés donde estés, sigue en movimiento y avanza.
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