#5 - Las herramientas no son el conocimiento. No las idolatres.
Y la teoría no es la práctica
The greatest enemy of knowledge is not ignorance, it is the illusion of knowledge. Stephen Hawking
Hoy aprendemos con más herramientas que nunca. Y no me refiero a herramientas tecnológicas o de tipo facilitador de la entrega del conocimiento. Me refiero a herramientas conceptuales.
Una herramienta conceptual es un artefacto construido para mapear el conocimiento.
Una herramienta no es el conocimiento.
El Business Model Canvas no es el conocimiento del diseño de modelos de negocio
Cuando estamos aprendiendo algo sucede que, cada vez más, aparecen herramientas conceptuales, frameworks y “los 5 pasos para construir el Customer Journey de la Guest Experience en formato Perriness 5”, etc. Esto no es malo, sino bueno. Esto es una ayuda.
Lo malo es confundir la herramienta con el conocimiento.
Desgraciadamente esto está pasando tanto por parte de los que enseñan como por parte de los que aprenden.
La idolatración de la herramienta como si fuera el conocimiento.
Hemorragia de herramientas. Escasez de conocimiento.
Escenario 1: ha venido una consultora muy cool que está especializada en formar en innovación. Van a formar a nuestro equipo. Se les ve muy cool.
Escenario 2: en el MBA nos van a formar en innovación. Va a ser muy cool. La profe parece muy cool.
Mismo resultado: Tras un par de sesiones los ánimos están arriba y las paredes llenas de post-it de colores. Es cool.
- Seguro que estamos aprendiendo. Mira los post-it.
¡Míralos!
Es la prueba irrefutable.
- Tenemos post-its. Están en la pared y son de colores. Brutal.
Tercera sesión:
- Lo que me temía, ¡lo que me temía, joder!
Sabía que íbamos a hacer prototipos con material escolar sin sentirnos ridículos porque esto se llama Desing Thinking. Esto es la hostia…
Algunas sesiones más tarde…
- Me parece increíble lo que hemos aprendido, déjame enumerar: diseñamos el modelo de negocio con el Business Model Canvas, definimos el MVP y lo prototipamos con Desing Thinking, planteamos algunas User Stories para los diferentes Buyer Persona y sus Customer Journey y acabamos abrazándonos cantando “today’s gonna be a good day” y tomando un coctel sostenible.
De aire puro…
Con la copa vacía…
¡Amazing!
Somos los amos.
A partir de aquí el efecto Dunning Kruger entra a saco y crees que sabes hacer muchas cosas porque has utilizado muchas herramientas y parecían fáciles. Y lo eran.
Si te preguntan después si sabes diseñar una estrategia empresarial y plasmarla en un modelo de negocio:
- Lo de estrategia no sé muy bien a lo que te refieres, pero el modelo de negocio claro que sí.
Conozco y he utilizado tres veces… el Business Model Canvas (BMC)
¿Qué tal vas de estrategias de pricing?
- Cuenta conmigo. Conozco el reloj de Bowman. No veo lo que no cubra con eso. Sinceramente, me cuesta visualizar el reto de pricing que no domine
¿Qué ha pasado?
Que rellenar nueve bloques en una herramienta no es saber diseñar un modelo de negocio.
Ni de lejos.
Saber usar el Excel no es saber hacer modelos económico-financieros ni finanzas estratégicas.
Pues esto es igual.
La herramienta sólo funciona si tú ya sabes cómo son las palancas, los errores típicos, las cuestiones clave a tener en cuenta, las interdependencias, los elementos que generan riesgos y oportunidades, las formas con las que se puede propiciar la creación de nuevo valor…
La herramienta sólo funciona si tú ya tienes el conocimiento.
El teórico y el práctico.
Sin el conocimiento, sin embargo, la herramienta en sí no es nada.
El el caso del BMC (al que he puesto de culpable injustamente) son sólo nueve cajas vacías que sin conocimiento trabajado en la trinchera las rellenarás de cosas que, posiblemente, sea mejor olvidar lo antes posible.
¿Y por qué ha pasado esto?
Porque muchas veces estamos sacralizando la herramienta: unos viven de venderlas y otros de creer que al comprarlas ya saben hacen un trabajo complejo en “4 simples pasos”.
Y porque ¿a quién no le gusta poner fotos en sus redes sociales con post-it de colores en la pared?
La realidad es que antes de que existiera el BMC se diseñaban modelos de negocio.
Y no se rellenaban 9 cajitas.
Hablarás con empresarios y profesionales que diseñarán modelos de negocio, los tendrán claros, te los explicarán y pintarán sus claves en una servilleta. Algunos ni si quiera conocen que existe el BMC. Otros lo conocen de arriba a abajo, del derecho y del revés, pero ya no los pintan en un BMC porque analizan y diseñan modelos con la misma naturalidad que otros beben agua.
Esto significa que el conocimiento no es la herramienta. Cuidado con esto.
El aspecto que tiene el resultado cuando crees que esas sesiones flamboyantes te han dado un conocimiento complejo que tarda tiempo en adquirirse y cimentarse y sales de ellas afectado por Dunning y Kruger (por los dos), tiene el mismo aspecto que cuando una idea en papel con 50 herramientas rellenadas con éxito salen a la calle por primera vez:
¿Qué puedo hacer para evitar el Dunning Kruger y asearme intelectualmente?
Lo de siempre: aprender los conceptos de fondo, no epidérmicos en forma de sesiones de canto, post-its, amor y rosas y… practicar.
Es menos cool. Pero suele funcionar.
In theory, there’s no difference between theory and practice. In practice, there is. Albert Einstein, Yogi Berra o quién sabe (cita disputada)
Manual ilustrado para jóvenes y viejóvenes no adictos a post-its de colores:
El conocimiento sólido se produce al entender conceptos y si estás en campos prácticos, como el de la empresa, esos conceptos hay que practicarlos en la… práctica
El conocimiento complejo lleva tiempo de estudio y de práctica para asentarse
Afianza lo aprendido practicando en proyectos. Confronta lo que crees que sabes con la realidad de resolver problemas… reales. Una vez pones el agua al hervir, si se desborda y te quemas vas a tener un aprendizaje sobre los riesgos de hervir agua que es muy difícil obtener por mucho que leas
Las herramientas conceptuales bien utilizadas pueden ser muy potentes, pero siempre al servicio de saber, en teoría y en práctica.
Recomendaciones finales
Te recomiendo que hagas dos cosas para saber de quién estás aprendiendo, qué puedes esperar de ello y, por supuesto, hagas responsabilidad tuya el absorber el conocimiento de forma adecuada:
Pregúntale al que te enseña cuántas veces ha aplicado lo que te explica y si tiene riesgo económico asociado a que salga bien o mal (como empresario, en forma de servicios profesionales que tienen que dar resultados, etc.,). Si nunca, poco o “no sé”. Mal indicador.
Una vez sepas lo que puedes esperar de quien estás aprendiendo, desde el teórico que se ha leído un libro para explicártelo al experimentado legítimo que se juega su pan con ello, te toca a ti: si quieres aprender algo que te ha interesado, trabájalo teóricamente de nuevo y ponlo en práctica. Sólo así lo dominarás.
Sal a la calle y experimenta con trabajo real. No hay sustituto para eso. Algunos de mis alumnos han estudiado 3 carreras. No tengo un problema con eso. El problema lo tiene el que cree que 3 ó 5 sustituyen a la práctica.
You can’t learn in school what the world is going to do next year. Henry Ford.
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José Fortes - La Forja
josefortes@substack.com