Do not save what is left after spending; instead spend what is left after saving.
Warren Buffett
En la última entrega de La Forja hablamos de por qué era bueno ahorrar y de algunas perspectivas no tan mainstream sobre cómo hacerlo:
Tener ahorros es imprescindible para no depender, para poder decir que no, para tener libertad
Ahorrar es bueno para ti y para los demás
Todo el mundo puede ahorrar:
No hay mucho que no se gaste ni poco que no alcance.
Dicho Gallego.
Ahorra en tiempo, no en dinero
Define tu materialidad y se disciplinado con el gasto: puedes gastar sin mucho miramiento lo que esté por debajo de tu materialidad y reservar las decisiones de gasto bien analizadas para lo que la supere
El tapado en el mundo del ahorro es la generación de nuevos ingresos
Hasta aquí llegaba el ahorro, el esforzarte en separar cada mes un poco de lo que ingresas para acumular dinero extra y también el preocuparte por cómo podías generar más dinero como forma de aumentar tu capacidad de ahorro.
Dejo preparada para otra entrega de La Forja sobre cómo el dinero es un estado mental y cómo nos afectan los sesgos cognitivos propios del ser humano.
Ahorrar es tan difícil para algunos no por la realidad de su situación financiera, sino porque hay un problema de dos tipos debajo:
Valores y principios, que llevan a hábitos y modos de conducta
Sesgos cognitivos y capacidad de autocontrol
Cosas como la gratificación instantánea y el ser incapaz de diferir la satisfacción de un deseo presente por una satisfacción mayor en el futuro están debajo del problema que muchos encuentran a la hora de intentar ahorrar.
No es sólo un problema de educación financiera, sino algo más profundo, en mi opinión.
Dejo el titular y lo aparcamos para meternos en ello en una próxima entrega.
Asumimos que estás ahorrando, que has adecuado tu nivel de vida a tus ingresos y que has entrado por la senda de generar excedente de dinero mes a mes, con lo cual el bote se va llenando.
Del colchón al banco
Cuando tienes dinero ahorrado lo tienes que guardar en algún sitio, esto es de género tonto.
Está el colchón, poner los billetes debajo del colchón.
No es mala opción si vives en el siglo pasado o si piensas que puede haber un corralito financiero, un bank run, que llaman los anglos.
Eso no suele pasar.
Hasta que pasa, véase Grecia en 2015. Véase Argentina en la Champions de los corralitos cada 10 ó 15 años.
Ya da menos risa el colchón, ¿no?…
Hay un Fondo de Garantía de Depósitos en Europa que, sobre el papel, garantiza ahorros en el banco de hasta 100K €, pero el papel es el papel y hemos visto saltar por los aires todo tipo de papeles cuando las cosas se ponen rugosas de verdad, así que puedes confiar en ellos o no.
Aún así, y hechas las precauciones debidas, en vez del colchón, donde es más susceptible a deteriorarse o a que te lo roben, los ahorros conviene tenerlos en el banco.
Te recomiendo que metas los ahorros en un banco o en varios, idealmente, pero te saco esto para que te rías menos del tío Pancho, el del dinero debajo del colchón, y entiendas que lo que crees que es seguro, simplemente no lo es.
A partir de ahí, lo asumes, mides el riesgo, diversificas dónde pones el dinero y sigues con tu vida.
Varios bancos no viene mal por diversificar riesgos. Viene bien recordar esto y esto.
¿Qué es lo que tienes que tener en el banco?
Cuentas corrientes y depósitos a la vista, es decir: dinero líquido que puedas sacar cuando quieras.
Líquido puro.
¿Pará qué?
Para poder contar con él instantáneamente en caso de necesidad, como comentamos en el artículo sobre el ahorro.
Esto te da libertad y poder decir que no, a la vez que poder hacer frente a imprevistos.
Es por eso que este dinero no lo quieres guardar en activos menos líquidos que te cueste más convertir en dinero puro, sino que lo quieres en dinero químicamente puro para tener la liquidez asegurada.
¿Cuánto debes tener en el banco?
El tiempo que hayas decidido que quieres conseguirte para tener opciones y ser independiente.
En el artículo anterior te recomendé un umbral entre 12 y 24 meses.
Cada persona, circunstancias y fase de la vida influirán para que ese tiempo se ajuste.
Hablamos de tiempo, como recordarás, no de cantidad de dinero, porque 10K € pueden significar cinco meses de tiempo con ingresos cero y tirando de ahorros para una persona y un mes para otra.
Lo importante no era la cantidad, sino el tiempo que compra de tu estilo de vida actual (o de tu estilo de vida de subsistencia, que es otra opción a tener en cuenta).
- Entendido.
Y a partir de esa cantidad que significa el tiempo que quiero tener comprado de libertad, ¿qué hago con el excedente?
Se me da bien ahorrar y no paro de generar excedente con los consejos de la última Forja
Vas sobrado entonces, ¿no?
OK.
Pues venga.
Con el excedente te recomiendo que pongas el dinero a producir más dinero, o sea, que inviertas.
Del banco a la inversión
Cuando tienes el dinero en el banco no te produce prácticamente nada de beneficio o nada.
Llamémoslo nada.
Pero no lo tienes ahí por eso, sino por lo explicado en el punto anterior: tener liquidez.
Lo que ocurre con esto es que el sentido común lleva a entender que tiene un límite: ¿quieres 10 años de tiempo comprados en forma de ahorro en el banco?
Hombre… poder puedes, y de hecho hay quien los tiene, pero mi opinión es que ese es un uso muy ineficiente de tu dinero.
Por encima de ese umbral de tiempo que decidas: 12, 18 ó 24 meses, que te recomiendo como máximo, sería buena idea poner el dinero a producir más dinero en forma de inversión.
Sobre esto no quiero hablar por encima de mis posibilidades, así que me mantendré en una zona simple, de higiene financiera básica y te recomiendo desde ya que si te encuentras en esta situación ya o si te encuentras en el futuro, te asesores con un experto en asesoramiento financiero.
Esto es radicalmente importante para que ese experto pueda entender tu perfil de riesgo, el contexto de tu vida, capacidad de ingresos y expectativas sobre el dinero que inviertes, etc.
Un buen asesor de inversión puede decirte incluso que te vayas a tu casa y no inviertas porque no estás preparado para ello.
Hablaba con alguien el otro día y me decía que por la inflación ya se debía invertir, para evitar que tu dinero ahorrado se lo coma la inflación.
Le respondí dos cosas:
Si tienes la suerte (que no todo el mundo la tiene) de vivir en países donde no existe alta inflación ni hiperinflación, igual te encuentras tasas de inflación interanuales cercanas a 0% de media en la última década, como en España, con lo cual la inflación no ha supuesto un problema real (aceptemos pulpo por simplificar).
Aunque la inflación fuera un problema real que se moviera en un entorno decente del 3%, le repetí la frase que un asesor financiero con mucha guerra encima me dijo una vez:
No es lo mismo que sepas que pierdes un 3% anual con la inflación que levantarte un día y haber perdido el 25% de tus inversiones por un traspiés de los mercados.
Si no estás dispuesto a asumir lo segundo, vete a tu casa y mete el dinero en el colchón (o en el banco) y asume la inflación.
Para asumir lo segundo hay que estar en otro nivel de madurez.
Firmo debajo de ese consejo, así que simplemente te lo traslado sin añadir nada.
- De acuerdo.
No hago nada con el excedente de mi colchón de tiempo hasta que lo hable y lo trabaje bien con un asesor financiero experto.
Pero dame algo, lo básico para tener idea de qué va esto.
OK.
Esto va de que ahora debes utilizar para invertir sólo el dinero con el que seas capaz de dormir si lo pierdes al día siguiente.
¿Así de radical? ¿Perderlo todo?
Así de radical.
Las opciones de perderlo todo si está bien invertido son bajas, pero no son cero, así que de verdad debes utilizar esa máxima: invierte sólo lo que “te sobre” de tu colchón de tiempo y, además, seas capaz de asumir que lo puedes perder.
Si no, no inviertas.
- OK.
Hecho. Cuando pueda asumir eso, utilizaré ese dinero para invertir.
Pero dime: cuánto, cómo y en qué
Se nos hace largo este artículo, así que eso lo dejamos para el siguiente, pero vamos a seguir hablando de higiene financiera básica y no de experto, por que no lo soy. Sin embargo, pretendo que te puede ayudar.
Vamos a apuntarnos esto:
Cuánto invertir
Cómo invertir
En qué invertir
Por qué, cómo y en qué diversificar
De la inversión a la capitalización: no toda capitalización es en activos reales o financieros.
Estamos hablando demasiado de dinero y no quiero que eso monopolice este tema porque hay mucho más que sacar de él.
If money is your hope for independence, you will never have it.
The only real security that a man can have in this world is a reserve of knowledge, experience and ability.
Henry Ford.
Te dejo ponderando esto:
¿Qué prefieres ser, el sobrino tonto que hereda un patrimonio de su tío importante y rentable hoy en forma de garajes que se alquilan o alguien que no tiene mucho hoy, por las circunstancias que sean, pero es capaz de generar flujos de caja libre potentes?
No todo es dinero en el mundo de la capitalización.
No todo el capital es financiero.
El tapado es la capitalización no financiera.
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José Fortes - La Forja.
josefortes@substack.com
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