Innovación Incremental vs Radical
Sobre qué es innovación y qué no es ya hemos hablado anteriormente.
También hemos hablado sobre los cuatro tipos de innovación en este artículo, así que pásate por allí para conocer el detalle.
Sin embargo, nos interesa clasificar la innovación también en otras dimensiones para poder entenderlas mejor. Por ejemplo: saber si una innovación es más o menos fuerte.
Cuando hablo de Innovación radical me refiero a una innovación muy fuerte que puede llegar a crear un mercado nuevo.
ChatGPT es una innovación radical por el producto nuevo basado en inteligencia artificial generativa que puso en el mercado. Un mercado que no existía y que creó desde cero: el de las soluciones listas para usar para el consumidor basadas inteligencia artificial generativa. No había nada similar que un usuario no experto pudiera utilizar y que generara los resultados de ChatGPT. No fue una mejora sobre un producto similar ya existente. Fue una innovación de producto muy fuerte. Radical.
Radical no significa disruptiva, aunque mucha gente utilice disruptiva cuando realmente se refieren a innovación radical. Sin embargo, la innovación disruptiva es otra cosa y ya hablaremos de ella en otro artículo. Por ahora estate atento a que cuando leas innovación disruptiva, posiblemente, se trate de una innovación radical. Después del artículo de hoy, distinguirás una innovación radical.
La innovación incremental es una innovación que produce una mejora que puede ir desde moderada a muy grande, notoria, en algo que ya existe: en sectores y productos que ya existen.
En internet y los medios de comunicación se habla constantemente de innovación radical (aunque se refieran a ella como innovación disruptiva). Si atendemos a este foco en la innovación radical, se puede puede llegar a creer que la innovación radical es la más importante de todas. Podrías parecer que solo existe la innovación radical y que fuera de ella no existe nada más.
Una pregunta
¿Qué es esto?
Cuando lo he preguntado en mis clases me han llegado a decir cosas muy divertidas, incluso que es una pesa. Como la imagen está descontextualizada, entiendo que pueda parecer una pesa.
Pero no lo es.
¿Sabes lo que es?
No puedo creer que no sepas que es el SaeHan MPMan.
No puedo creerlo porque es el primer reproductor MP3 portátil de la historia.
Es una innovación radical que creó una nueva categoría de producto.
Si la innovación radical es la más importante de todas, ¿cómo es que no lo conocías?
Otra pregunta
¿Conoces el iPod?
Mil canciones en tu bolsillo y conectado y gestionado desde iTunes. La experiencia de usuario adecuada y el producto adecuado que resuelve un problema de la forma adecuada.
El SaeHan MPMan era muy engorroso porque tenías que “ripear” tus propios CDs, es decir, convertir sus pistas de audio en MP3 y cargarlos en el dispositivo a través de un cable de serie conectado al PC.
Esto se lo carga Apple creando un producto muy sencillo de usar.
Apple no inventó la categoría del producto, ni inventó el producto.
Apple es el imitador y su producto, el iPod, es una innovación incremental, además de ser una innovación de producto.
El iPod es un producto que resuelve un problema de una nueva manera, creando un mercado de consumidores listos para comprar un producto que mejora notoriamente lo que existía anteriormente: mucha más conveniencia (experiencia de usuario) que el MPMan, muchas más canciones que dispositivos de música anteriores a la era MP3, una librería de canciones muy completa gracias a los acuerdos con las compañías discográficas y una gestión de esa librería sencilla a través de iTunes.
Y ahora quédate con esta cifra
El 97,8% del valor de las innovaciones se lo quedan los imitadores.
Es decir, TODO se lo quedan los imitadores.
La imitación con mejoras notorias es una innovación incremental sobre un producto ya existente.
¿Conoces White Castle?
Pero sí McDonald's
¿Conoces Diners Club?
Tal vez, pero mucho más conoces Visa, Mastercard y American Express.
¿Conoces Korvette?
Lo dudo, pero sí Walmart.
Y el Saehan MPMan
Pero sí el Apple iPod.
Lo cierto es que he hablado tantas veces sobre esto en mis clases que ya he conocido a personas que conocen a todos los originales, pero reconoce que no es lo normal porque el imitador es mucho más conocido y, sobre todo, más grande como negocio.
La realidad es que casi nadie conoce a los originales, pero todo el mundo ha oído hablar sobre los imitadores.
Con esto quiero hacerte llegar el siguiente mensaje:
No te obsesiones con la idea.
Si atiendes a internet, los medios de comunicación y al mundo en general, puedes llegar a pensar que si no tienes una súper idea que lo va a cambiar todo, que va a crear una nueva categoría de producto o un nuevo modelo de negocio, no merece la pena ni que te pongas en marcha.
Eso no es así.
La realidad empírica, objetiva, es que “todo” el valor se lo llevan los imitadores que logran dar la clave de llevar una idea ya existente al mercado y ejecutarla de forma brillante.
La innovación radical existe y es radicalmente necesaria (¿has visto lo que hice ahí?), pero simplemente no confundamos radical con mejor ni con mayor captura de valor en el mercado.
Obviamente hay innovaciones radicales que llegan al mercado y vencen. No digo que no sea así. Digo que la mayor parte de las veces no ocurre, sino que las innovaciones incrementales posteriores crear la forma final que sí logra vencer.
Por tanto, no te obsesiones con la idea.
Desde mi perspectiva y punto de vista, que tú puedes ignorar (y haces bien en cuestionar), es más importante el equipo y la ejecución que la propia idea.
En el mundo de inversión en startups la opinión generalizada es que apostamos más por el jinete que por el caballo.
Es decir, tráeme una idea mediocre con un equipo top y eso será mucho más invertible y creeremos mucho más en ello que una idea rompedora con un equipo con carencias.
Te planteo esta historia
Si aún sientes un picor en la nuca que te indica que no ves claro que la idea valga tan poco respecto a la ejecución, déjame contarte una historia:
Chico conoce chica.
Los dos se enamoran, pero sus familias no están de acuerdo.
Esa idea podría ser Dos Hogares, una telenovela que puede que hayas visto, pero que casi seguro que no, o podría ser Romeo y Julieta, una obra maestra.
¿Cuál es la diferencia?
La idea es la misma.
Se ha utilizado mil veces a lo largo de la historia, pero no todas son Romeo y Julieta. Entendemos que Romeo y Julieta no tiene una idea que nunca se hubiera contado antes, pero es una obra maestra por cómo está ejecutada.
La diferencia está en la ejecución.
Quédate con esa idea, valga la redundancia.