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Cuando somos capaces de conocernos a nosotros mismos, rara vez nos equivocamos sobre nuestro destino.
Madame de Staël
Aprender es la principal habilidad que puedes desarrollar. Sea lo que fuere que hagas y vayas a hacer en tu vida, antes tienes que aprenderlo. Cuanto mejor seas aprendiendo, más cosas podrás hacer y mejor podrás hacerlas.
En la vida siempre estás en movimiento, aunque pueda parecerte que hay momentos en los que estás parado, estático. En la vida siempre estás tú y todos y todo lo demás en movimiento. Si te parece que estás en un momento que no se mueve, en una cómoda meseta, es fruto de lo difícil que es para los humanos concebir las cosas en términos dinámicos vs estáticos, único a lo difícil que es tener en cuenta el tiempo con un marco temporal amplio. Realmente amplio.
Estás en movimiento, junto con todo lo demás. Eso significa que estás adaptándote a las cosas que pasan a tu alrededor, a los cambios del mundo. Aprender es la habilidad que te permite adaptarte. Es por eso que aprender es la habilidad definitiva.
Aprender no es una etapa de tu vida, es tu estrategia de supervivencia.
Lo primero que te interesa aprender es cómo eres
Es curioso como la mayoría de las personas nace y ya se encuentra subida en un tren de aprendizaje diseñado por otros en el que siguen un trayecto de aprendizaje trazado por otros en el se han dispuesto paradas donde han decidido otros y se han establecido vagones de primera y segunda donde se organiza a quienes suben al tren y los clasifican como han determinado otros; sin atender a sus capacidades, características e intereses.
Esto es curioso porque nadie ha pedido subirse a ese tren, pero está obligado a subirse al sistema educativo. Es también curioso porque todo lo que está diseñado y decidido por otros puede tener mucho, poco o nada que ver con lo que le viene bien a quienes suben al tren, atendiendo a la radical verdad de que cada persona es única, pero sólo hay un tren con dos categorías y una serie de paradas, vengan bien o mal a los pasajeros.
Pero tal vez lo más curioso de todo es que para empezar el trayecto de aprendizaje en la vida de una persona no se empiece por indicar que hay que prestar atención y trabajar toda la vida, especialmente en la primera parte de la misma, en aprender quién eres y, sobre todo, cómo eres.
Conócete a ti mismo.
Sócrates
Es difícil que alguien supere a Sócrates en dar en el clavo con esa recomendación.
Si no sabes cómo eres, todo lo que elijas aprender y hacer en tu vida encajará contigo o no por mera coincidencia. La coincidencia no es algo que te deba encantar que dicte tus planes y tu futuro. Saber cómo eres es la base fundamental sobre la que construir una vida que tenga sentido para ti.
La vida la construyes de dos formas: aprendiendo y haciendo.
Es por eso que tienes que orientar progresivamente, cada vez mejor, lo que aprendes y lo que haces porque debes ir conociéndote mejor y adecuando la dirección de tu vida a lo que se pliega a ti, a lo que tiene que ver contigo.
El principio de no ser tonto: no hagas lo que va en contra de ti
Te encantaría tener una voz de barítono tan profunda como una caverna, tan potente como un rayo y con una textura tan carismática como el terciopelo. No la tienes. Cuando hablas en alto un rato te quedas sin voz y con el timbre que tienes podrías colarte en el coro de voces blancas del colegio de tu barrio.
¿Y ahora qué haces?
Antes de saber qué hacer, empieza siempre por descartar, por restar: vía negativa.
¿Qué no hacer?
No te dediques a la canción, al menos pretendiendo destacar como barítono. Eso lo primero. Ya sabes lo que no hacer.
Saber lo que no es una de tus ventajas es fundamental hasta para ayudarte a hacer lo que quieres, aunque no sea una de tus ventajas.
¿Cómo?
Sí, parece una contradicción, pero no lo es.
Saber que no tienes cualidades como las tienen otros de forma natural para ser un barítono, te da ventaja sobre lo que hacer incluso si quieres dedicarte a ser cantante. Sabiendo eso puedes buscar otras alternativas que, dada tu carencia inicial, se puedan convertir en innovación y signo distintivo por el que luego puedas hasta abrirte camino entre todos los que son iguales.
¿Pretendes decirme que el cantante de AC/DC creía que estaba cantando como todos los demás cuando se inventó ese quejido de gato con distorsión?
Pero eso es lo que le hace único. Eso es lo que lo separa de los demás y uno de los elementos esenciales del sonido de AC/DC.
Entonces queda claro: aunque quieras hacer algo que va en contra de tus ventajas naturales, te interesa conocer cuáles son esas ventajas si quieres retar al destino. Así podrás idear una estrategia incluso para prosperar en un campo donde no te habían dado las cartas con ventaja para prosperar.
De tus carencias puedes crear la alternativa con la que hagas que el destino sea tu víctima, en vez de que el destino te haga su víctima.
El principio de ser listo: juega sólo a lo que tengas ventaja por ser como eres
La vida ya te va a poner unas cuantas zancadillas como para que además te las pongas tú mismo.
Da igual cuando leas esto, en qué etapa de tu vida. Conocerte a ti mismo es un trabajo que no acaba nunca. Siempre vas a conocerte un poco mejor. Lo único que te pido y estoy seguro que harás es que, cuanto más joven seas, más tendrás que conocer, pero también más rápido progresarás en ello porque tienes más superficie que recorrer y, cuando vayas siendo más madurito hayas hecho gran parte del trabajo y te dediques al pulimento y a los detalles, no a lo grueso.
Sea como fuere, estés donde estés en la vida, ponte a la tarea. Eso es lo importante, tengas la edad que tengas. Siempre vas a ganar mucho haciéndolo.
Ya has aprendido muchas cosas en la vida. Quienes te subieron al tren de aprender no te preguntaron mucho cuando te hicieron entrar. Es trabajo tuyo aprender cómo eres y lo vas a tener que hacer mientras estás en ese tren o cuando ya te hayas bajado en alguna parada y estés en tu propio trayecto de aprender. Tendrás que simultanear la tarea. Pero ahora ya lo sabes, un ojo puesto en lo que quieres aprender y otro ojo puesto en aprender cómo eres tú. En conocerte a ti mismo.
¿Por qué quieres saberlo?
¿Vas a escribir tu autobiografía?
Puede.
Pero no es por eso, sino porque conocerte a ti mismo y saber cómo eres implica esto:
Distinguirás cuáles son tus ventajas naturales respecto a los demás.
Aprenderás cuáles son tus desventajas.
Sabrás cómo eres, cómo es tu personalidad, qué cosas te gustan, cuáles te molestan, etc.
Con toda esa información ahora ya puedes apuntar a las potenciales direcciones válidas para ti en la vida. Fíjate que a lo mejor estás en una dirección hoy en tu vida en la que estás abocado al fracaso por una cuestión muy simple: esa dirección no tiene nada que ver contigo.
¿Cómo esperas que te vaya bien por ese camino y sentirte realizado con lo que hagas?
Mejor haz esto:
Juega sólo a lo que tengas una ventaja natural: típicamente coincidirá con algo que te gusta mucho. Suelen gustarte las cosas que se te dan bien, por si no te has fijado. Si estás jugando a un juego que va en contra de cómo eres: sal de él y busca un juego que vaya a favor tuyo.
Arregla tus fallos sólo para que no te lastren: tus desventajas y fallos no te van a hacer prosperar en la vida, pero si puede que algunas te lastren demasiado e impidan que tus ventajas te hagan prosperar. Trabaja en las cosas que tengas tan mal que sean un problema y llévalas a donde no sean un problema.
Sácalas de la zona roja y ponlas en verde, pero no te engañes, salvo excepción, nunca vas a destacar en eso. Incluso puedo llevarlo a, salvo excepción, nunca vas a destacar en eso a no ser que lo hagas el objetivo de tu vida y dediques una cantidad de energía y sacrificio que te conviertas en una de esas historias de “se me daba pésimo y ahora soy el puto amo”. Eso es difícil que ocurra, déjame ser sincero contigo.
Más allá de lo difícil que sea: no es una estrategia muy interesante. Estarías gastando demasiado energía en llevar una deficiencia a algo sobresaliente. Mejor empleas esa energía en ganar con tus propias virtudes, empujando lo que te hace único y con ventajas a lo sobresaliente. Así empujarás más cosas y serán más sobresalientes. Es con eso con lo que vas a ganar. Los fallos graves arréglalos para que no te lastren, no hace falta convertirlos en ventajas.Sabes cómo eres, construye tu vida para que tenga sentido para ti: cuando sabes cómo eres, cómo es tu personalidad, qué cosas te gustan y cuáles te molestan, llevas mucho ganado. Has aprendido la base sobre la que puedes construir el resto de tu aprendizaje para que tenga sentido en tu vida. Dijimos que en la vida se avanza aprendiendo y haciendo. Aprende y haz lo que se pliegue bien a cómo eres, para eso te conoces a ti mismo. No hagas lo que vaya en contra de ti.
Ser tonto es ignorar lo que se te da bien, lo que se te da mal y cómo eres. Ser listo es jugar siempre a favor de tus ventajas naturales.
OK, pero ¿qué aspecto tiene esto en la vida real? ¿Cómo lo haces?
El protagonista y el protagonista invertido
El protagonista
¿Se te da bien contar historias y entretener a tus amigos, suelen reírse y disfrutan de tu compañía? Ya sabes algo de tus ventajas respecto a los demás. No a todo el mundo se le da bien eso.
¿Tienes mucha paciencia y rara vez te sientes molesto por el comportamiento de otras personas? Ya sabes algo sobre tu personalidad, lo que te gusta y lo que te molesta.
¿Sabes qué parece que podrías hacer con esos dos data points que tienes?
Podrías dedicarte a cosas relacionadas con el trato con las personas, atención al cliente, venta, negociación, gestión de equipos, etc.
Eso juega a favor de esas características que tienes. Vas a favor de ti mismo.
Seguramente van a ser direcciones en las que vas a poder destacar con tus ventajas. Esos son los caminos que debes perseguir.
El protagonista invertido
El juego que más odias es el juego de ensueño de otro. Lo contrario también es cierto.
No te gusta mucho hablar. Menos te gusta contar historias y no recuerdas que a nadie le haya agradado especialmente que le cuentes algo. Ni te gusta a ti ni les gusta a ellos.
Uno de tus fuertes es la atención al detalle y que te dejen concentrarte en hacer algo de forma perfecta, pero no tienes mucha paciencia con los que no ponen el mismo grado de intensidad que tú en las cosas o con quienes se comportan sin ser muy correctos con los demás. Te cuesta no decirles algo. Tienes que amarrarte para no hacerlo y eso te gasta energía, aunque logras hacerlo porque has trabajado en ello para librar sólo las batallas que quieres realmente librar, no todas las que aparecen.
¿Sabes donde no te veo?
En un Call Center cogiendo llamadas de clientes cabreados.
Tampoco te veo de comercial exponiéndote a la gente y sus comportamientos mejores y peores cada día, a bocajarro.
Llámalo intuición.
No te veo ahí.
Si estás ahí te diría que lo dejaras antes de que le digas algo sobre su suegra a alguien y de que llames panda de mediocres a los que te rodean antes de irte por la puerta tirando los auriculares de 5 € que te han dado a la cara de tu jefe.
Estás jugando en contra de ti mismo. No hagas eso.
¿Qué te parece esa oficina con aire acondicionado mientras escribes copys de Marketing para los clientes de tu empresa con los que no te relacionas más que lo justo o mientras programas código para los productos que hace tu empresa para los clientes con los que no te relacionas más que lo justo?
Parecen juegos donde puedes ganar con tus características.
Hay muchos juegos a los que puedes jugar y estás diseñado para que te vaya bien en ellos.
Búscalos y juégalos.
Todo el mundo tiene ventaja en algunos juegos de la vida.
Todo el mundo.
Pero a veces por haber subido a un tren con un trayecto que estaba prediseñado y por no haber dedicado el tiempo y el interés a conocerse a sí mismos, se encuentran jugando juegos en los que están perdiendo.
Y no saben por qué.
Y no pueden ganar.
Y no saben por qué.
Tú ya lo sabes.
Hazlo y cuéntaselo a otros para que también puedan hacerlo.
Lo que más me gusta es aprender. Eso también es cierto para conocer qué te ha parecido este artículo y qué te parece La Forja.
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