#62 - Pensamiento primero-en-anchura
La simplicidad es un requisito previo para la fiabilidad. Edsger Dijkstra.
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Artículos clásicos de La Forja por si no los has leído aún:
Esta semana te recomiendo estos artículos para que te pongas al día o para que los refresques:
Logic is the anatomy of thought.
John Locke
Lógica: la base del razonamiento
Hoy es frecuente hablar de cosas muy finas, como sesgos cognitivos, de modelos mentales, de heurísticas, de falacias o de ese concepto cursi que alguien popularizó en una TED Talk. A todas estas cosas finas las englobaremos en la variable “SoftCore”.
Perfecto.
Ninguno problema con eso.
Pero no nos engañemos: todas esas herramientas son accesorios frente a un pilar maestro que sostiene todo razonamiento sólido.
Ese pilar se llama lógica.
La lógica estructura en segundos lo que otros tardan años en malinterpretar.
La lógica es, sin lugar a dudas, la herramienta más potente, robusta y sólida sobre la que se asienta el razonamiento. El resto de cosas, aunque valiosas, no se pueden comparar en magnitud con la potencia de la lógica.
Sin embargo, hay muy poca gente interesada en la lógica o, al menos, hablando de la importancia de la lógica. Tal vez sea porque, de primeras, puede ser árida y no apta para todos los públicos.
No sé por qué es.
El caso es que se prefiere adorar el modelo mental número 240 de Charlie Munger en la iglesia de los autodenominados polímatas, que remangarse a construir fundamentos duros, de los de sólida roca.
Lo cierto es que la lógica, ya sea de forma intuitiva o mediante métodos sofisticados y formales, siempre será la base imprescindible del razonamiento.
Sin lógica, cualquier disparate puede parecer profundo.
La lógica indica que no puede ser de otra manera.
La potencia de la lógica
No existe conocimiento y entrenamiento más importante y con más rendimiento entre quienes buscan razonar y aprender mejor que una gran capacidad lógica.
La lógica no es una opción, es la columna vertebral.
Órdenes de magnitud muy diferentes separan a la lógica del SoftCore. Una gran capacidad lógica suma 1.000.000. SoftCore añade 1.000, nada más. Pero sirve mucho para debates entre intelectuales cursis en Internet y para aparentar que tienes idea de algo en un bar con amigos que aplican mejor lógica que tú, aunque no sepan lo que es un modelo mental.
Por eso les va mejor que a ti, cosa que te parece ofensiva.
La lógica es el machete que corta la niebla de lo confuso.
La lógica se desglosa en distintas ramas útiles para construir un motor de razonamiento sólido y potente. Estas ramas se encuentran en disciplinas como la filosofía, la matemática, la algoritmia, y muchas otras. En ellas se incluyen cuerpos de conocimiento como la lógica proposicional, la lógica booleana, la teoría de conjuntos, el diseño de puertas lógicas y circuitos digitales, métodos y frameworks de resolución de problemas, algoritmos y estructuras de datos para representar el conocimiento, etc.
Lo que hace la lógica es brutalmente simple: maneja conceptos e inferencias con precisión matemática. En realidad, con precisión lógica, pero seguro que con lo de matemáticas todo el mundo se hace una idea más exacta. De ciencias exactas, que decían los antiguos.
Con la lógica no hay forma de esconderse tras argumentos difusos.
O encajan o no encajan.
La lógica es la diferencia inapelable que separa al pensador claro del charlatán que ofusca su mensaje adrede.
La carencia de un motor lógico sólido
La cuestión es que pocas personas transitan, ya sea en su formación reglada o en su aprendizaje autodidacta, esas disciplinas y cuerpos de conocimiento. Se trata de áreas muy específicas, lo que deja a la mayoría de las personas sin un motor de lógica sólido y potente.
El problema no es no saber lógica, sino no saber que la necesitas.
La mayoría cuenta únicamente con un motor lógico intuitivo, que depende de la capacidad innata y de asimilar otros modos de razonamiento al estar expuestos a ellos.
En ocasiones, esto es suficiente. En otras, resulta muy limitado.
Un aprendiz con lógica es más afilado que un experto sin ella.
Incluso quienes se adentran en estas disciplinas no garantizan por sí mismos una ventaja lógica superior. Para lograrlo es necesario comprender que lo aprendido en una disciplina concreta no solo es útil en ese ámbito, sino que puede transferirse a otros, convirtiéndose en un pilar común del razonamiento. Esto a veces se hace de forma automática y sin ser conscientes de ello y también se hace de forma deliberada.
En el laberinto y sin mapa
La cuestión es que si no asientas tu forma de pensar sobre la lógica, te expones a no sabes distinguir, a poder creer cualquier historia cuya poesía encaje. Como no puedes evaluar su lógica, la validez de su matemática, de su formalidad dura, no puedes distinguir al poeta que engatusa con el pensador claro, nítido.
Aprender consumiendo sin razonar de forma rigurosa es como caminar a ciegas esperando no caer en un pozo.
Alguien se puede enredar en debates eternos sobre la Teoría de la evolución tratando de encontrarle excepciones. Leerán 100 libros al respecto, sin entenderlos bien, entablarán 500 debates en torno a las máximas irrelevancias sin saber que están buscando en los basureros del mercado, no en los puestos donde está la mejor fruta.
Si no puedes distinguir lo verdadero de lo falso, no importa cuántos libros leas.
Buscarán ejemplos recónditos para demostrar su sofisticación en la fantasía de que, cuanto más exótico, más virtud podrán señalizar y más podrán demostrar que su punto de vista es válido. Sólo para fenecer en el pantano de la penuria cuando llega un pensador lógico y, en cinco segundos, les demuestra lo ridículo de su fantasía.
La sencillez es una gran virtud, pero requiere trabajo duro para conseguirla y educación para apreciarla. Y para colmo: la complejidad se vende mejor.
Edsger Dijkstra
Un pensador lógico se basa en fundamentos y en manipular esos símbolos con la lógica. Eso le lleva rápidamente a entender que un ejemplo exótico es irrelevante, porque lo mollar es que si existiera de verdad una excepción comprobada empíricamente a la teoría de la evolución, esta ya se habría invalidado hace tiempo. Como no se ha invalidado, es que no la hay. 2 segundos de pensamiento y 1 Kcal de energía en computación cerebral para saber eso con 100% de certeza vs horas de falsas disquisiciones erróneas.
No es magia.
Es lógica.
Tal es su poder.
Por eso te interesa.
Has visto languidecer y morir en el pantano de la penuria a todo tipo de especies: intelectuales sin resultados reales en su vida, ingenieros, investigadores, doctores, fontaneros y reponedores de Mercadona.
No te interesa morir con ellos.
Entrar en su dinámica es como una enfermedad que se contagia.
Tienes que dejar que el va a morir muera sin llevarte con él. No puedes ayudarle porque él no quiere que le ayudes. Si no, estaría abierto a la única forma de humildad posible: la humildad intelectual, en vez de empecinarse en sacarte otro paper más que no entiende cómo encaja en la lógica del tema del que hablan.
Lo que te interesa es saber cabalgar y que para lo que otros es el pantano de la penuria, para ti sea campo sólido sobre el que galopar sin notar un bache.
Quien controla la lógica, controla la discusión.
Pero, ¿qué ocurre cuando a la carencia lógica se le suma un método ineficiente de explorar la información? Ocurre que te metes en laberintos de razonamiento donde cada giro parece prometedor, pero terminas atrapado en un túnel que no lleva a ninguna parte. Eso es lo que pasa cuando aplicas el pensamiento primero-profundo (Depth-First Search, DFS) de manera indiscriminada: bajas, bajas y bajas, sin tener una vista global. Pierdes de vista todo lo que podrías estar pasando por alto.
Mientras tanto, alguien que sabe aplicar el pensamiento primero-en-anchura (Breadth-First Search, BFS) pasa velozmente por las capas de información, detecta dónde está la pepita de oro y decide si merece la pena cavar allí.
La ignorancia de la lógica es la llave que abre todas las puertas equivocadas.
Pensamiento primero-en-anchura: razonamiento en amplitud
Hoy quiero transferir (traer de su campo natural a otro, en este caso de la algoritmia informática al razonamiento general) un concepto que te va a ayudar como herramienta de lógica que podrás empezar a utilizar en cuanto acabes el artículo.
Lo llamo pensamiento primero-en-anchura porque es un método de exploración de información, análisis, diseño de soluciones y toma de decisiones inspirado en un algoritmo muy conocido en la ingeniería informática llamado Recorrido o Búsqueda en anchura (Breadth-First Search).
Este algoritmo recorre un árbol de información nivel a nivel. Primero examina la capa más alta, la primera, detecta los elementos (nodos), y sólo después de haberlos identificado a todos, desciende al siguiente nivel del árbol. Así sucesivamente.
¿Para qué sirve eso?
Anchura.
Estás priorizando primero la anchura, no la profundidad.
Priorizar la anchura te permite una ventaja muy clara: entender algo o resolver un problema es recorrer una superficie. Es, en cierta forma, un problema geográfico: de cubrir superficie.
Cuando analizas tienes que recorrer la superficie del problema para entenderlo. Cuando buscas una solución tienes que recorrer la superficie de la solución hasta encontrar dónde están las posibles soluciones.
Priorizar la anchura te permite ver en cada vistazo, en cada nivel, más superficie, y así recorrerla de forma más eficiente en tu análisis o tu propuesta de solución. Avanzas mucho más rápido y puedes evaluar en cada nivel si existe un elemento que realmente sea prometedor para darte la información que buscas o para convertirse en solución.
Si lo encuentras, entonces apuestas por el y ya haces un descenso en profundidad, pero no antes de que encuentres a un buen candidato para eso. Mientras tanto estas recorriendo de forma muy rápida, mucha superficie y entendiendo muy rápido todo.
La forma de pensar contraria a esta: el pensamiento primero-profundo, basado, a su vez, en el algoritmo de Búsqueda en profundidad (Depth-first Search). Con este enfoque, que observarás que utiliza muchísima gente al razonar sobre cualquier asunto, lo que hacen es lo contrario: cuando están en el nivel más alto, a vista de pájaro, eligen el primer elemento y entran por él para ver que hay dentro. Descienden un nivel, da igual los elementos que haya porque elegirán el primero también y volverán a descender.
Priorizan la profundidad.
La amplitud construye el mapa. La profundidad prematura te encierra en una cueva.
Exploras a fondo una posibilidad o una información, pero no tienes una visión global de qué información hay y cuál merecería ser explotada. No tienes una visión global que construya un mapa.
La gente que prioriza la profundidad de forma inmediata tiende a meterse en un túnel: examinan la primera rama, luego la siguiente dentro de esa, y así van bajando y bajando. Puede que acaben obteniendo mucha información de un aspecto irrelevante, mientras ignoran que había otra rama con una información clave para resolver el problema.
El pensamiento primero-profundo genera la visión de un tipo sin mapa y con una linterna que entra por el primer agujero, y luego por el siguiente primero en la mina, confiando en que eso le llevará a encontrar el oro. Buena suerte.
Cuando te enfrentas a un problema, a un debate, o a cualquier situación en la que haya un volumen grande de información, el pensamiento primero-en-anchura te hace tomar conciencia y cartografiar todo lo que hay:
Observas la capa más general: tienes vista de pájaro.
Identificas los elementos principales.
Haces un breve “descenso” a uno de ellos para ver qué contiene.
Regresas a la capa general y pasas al siguiente elemento.
Recorres todos los elementos de ese nivel.
Entonces, y sólo entonces, priorizas y decides dónde merece la pena descender con más fuerza, porque intuyes que ahí puede estar la clave o la pepita de oro.
Al proceder así, adquieres de golpe una visión global de la estructura de lo que analizas. Tu mente se dibuja un árbol lógico donde crea la estructura de lo que vas explorando y puedes trazar con facilidad que hay un “subelemento” sin explorar, otro que sí exploraste y parecía prometedor, con lo que lo has marcado como candidato a profundizar más, etc.
Estructura.
Claridad.
Facilidad de navegación.
Capacidad de procesar mucha información con muy poco esfuerzo.
Capacidad de retener mucha información con muy poco tiempo de exposición a ella y muy poco esfuerzo.
Todo eso te interesa.
La lógica es la espada, el pensamiento primero-en-anchura es el mapa que te evita los callejones sin salida.
Mientras tanto, quienes usan el pensamiento primero-profundo se sumergen de entrada en un solo camino. Si ese camino está mal orientado, habrán gastado un tiempo y una energía brutales para nada. O, peor aún, creen que lo saben todo de un tema, cuando en realidad sólo han arañado un aspecto muy limitado.
En cambio, priorizar la amplitud es ideal para cartografiar con rapidez el conjunto del problema. Te permite ir directo al grano una vez que tu lógica te indica que en un nodo determinado hay señales prometedoras, entonces bajas con determinación y, ahí sí, aplicas profundidad.
Hay gente muy brillante, a la que seguramente hayas conocido, y que habrás notado que hace tres cosas muy notorias cuando habla contigo:
No te deja acabar las frases porque ya ha entendido lo que querías decir desde las primeras palabras. Además ha extrapolado, mientras hablabas, 3 ó 4 alternativas que se derivarían de tu tesis, que entendieron antes de que acabaras de hablar, y ya han visto a donde llegan esas ramas del árbol.
Puede que te corten tu explicación y te pregunten de forma brusca por otra cosa a la que aún no habías llegado, porque se centran ahora en las más prometedoras sólo. Y van tan rápido que lo que tú les estás diciendo les está haciendo perder el tiempo en su trabajo de explorar la superficie de la información.
Es capaz de hablar contigo manteniendo todo el contexto de todos los argumentos de todo lo que hablan durante todo el tiempo. Es más, durante días y durante años, pudiendo volver a aquel contexto de sesión exacto y retomarlo.
¿Por qué?
Porque para ellos la conversación es una estructura lógica organizada, como un árbol, no son sólo palabras, lenguaje. Son matemáticas, lógica formal, para ser más precisos. Con muy poco esfuerzo han registrado de forma muy duradera todo lo que se ha tratado y se puede tratar a partir de ahí.
La lógica no negocia: o la dominas o te devora.
Como cojan confianza contigo pueden ser brutales en una conversación, porque ya no toleran la lentitud normal con la que se conduce la mayoría de la gente y la confianza les anima a ir con el machete abriendo selva: pregunta, corte, pregunta, pregunta, corte, corte. No te dejan terminar una frase, pero tras pocos minutos de conversación de pueden decir algo como: el problema lo tienes aquí, céntrate en esto. Olvídate de lo demás, es una distracción.
La lógica es el arte de descartar basura antes de que la acumules creyendo que es conocimiento.
Puede que los hayas tomado por maleducados en alguna ocasión, hasta que los conociste mejor.
Si te ha pasado eso, también te habrá pasado que te sorprenderá cuántas veces tienen razón o cuántas veces hacen avanzar una situación con muy buenas ideas en tan poco tiempo.
Muchos de los mejores estrategas, inversores, innovadores y tomadores de decisiones que he conocido usan este enfoque de manera natural e intuitiva. No es casualidad que sean expertos en navegar estructuras lógicas con una facilidad brutal.
La lógica desnuda cualquier pretensión hueca en cuestión de segundos.
Digresión: eso te lo puedes saltar y pasar a la siguiente sección. Para los más frikis: quiero que veas la estructura lógica detrás del lenguaje y del pensamiento
Cuando te digo que hay gente que cuando habla contigo visualiza un árbol lógico en el que se va estructurando toda la conversación, concepto a concepto y relación a relación, es por que es exactamente así. Lo hacen de forma intuitiva y automática porque están entrenados en lógica para ello.
Así que mientras algunas personas procesan un chorro de palabras, otras procesan ese mismo chorro de palabras y también crean y procesan una estructura lógica formal que las representa. Cuando digo palabras, es equivalente a conceptos. No nos liemos con detalles ahora. No somos cursis. Vamos a lo crudo.
Quiero enseñarte una frikada, pero que será visualmente explícito para que veas cuán tangible y real es la diferencia entre el que piensa sólo en palabras y así razona y procesa y el que tiene 2 estructuras paralelas con las que procesa: las palabras y la lógica.
A continuación tienes un ejemplo de teoría de lenguajes formales de cómo podríamos definir una gramática independiente del contexto en pseudoforma normal de Chomsky (CNF) para un subconjunto mínimo del español que sólo produzca la frase:
Reglas de producción de la gramática:
Mira el aspecto que tiene el árbol de derivación:
Esa es una estructura lógica utilizada en teoría de lenguajes formales, creación de compiladores y lenguajes de programación, con la que se puede representar esa frase en español, a partir de la gramática (reglas) que la produce.
Lo mismo se puede hacer con conceptos y con todo el contexto de una conversación, una información que analizas, una solución que diseñas, diferentes alternativas que ponderas para tomar una decisión, etc.
Entiendes ahora por qué algunas personas son capaces de decirle a otras en milisegundos que están cometiendo un error lógico: porque literalmente ven como lo que les dicen no encaja en la estructura lógica de la conversación que están teniendo.
Uno de ellos sólo tiene un chorro de palabras sin estructura y no puede hacer eso. Por eso puede decir algo que no casa con otro argumento anterior, puede duplicar o confundir información, salirse del esquema de la conversación y saltar a otro sitio, pero pretender que está en la misma conversación, etc. Todo eso sin darse cuenta ni parecerle ofensivo.
Se lo parecerá al que pueda procesar la lógica estructurada de la conversación.
Aquí tienes otra representación que acabo de encontrar en medio de un libro, donde creía que había algún papel de hace más de 20 años con cosas de estas.
Esta es la gramática con sus reglas de producción:
Y aquí está el papel de más de 20 años con el resultado de calcular a mano y representar el árbol de análisis de la expresión 3*5+4, analizada léxicamente, sintácticamente y semánticamente para que pueda generar el resultado: 19.
Belleza.
Frikiante, pero belleza.
Espero que esta digresión por terrenos que no suelo transitar te sirvan para entender a lo que me refiero con estructura lógica dura.
Volvamos a la realidad: ejemplos de cosas que te han pasado
Seguro que has vivido la típica conversación interminable en la que tu interlocutor empieza por el primer detalle y, sin saber si es relevante, se enzarza a profundizar en ello hasta el final.
La profundidad prematura es la vía rápida a la ignorancia ilustrada.
Te entran ganas de decirle:
- ¡Espera! Primero cuéntame la foto general, luego veremos qué detalles son relevantes”.
A veces se lo has dicho.
Lo mismo ocurre con debates que tienes en el trabajo. Alguien te empieza a narrar el problema desde el primer detalle hasta la última insignificancia, pasando por bajas de nivel en el árbol que transitan a través de pormenores inútiles y, cuando llevas media hora, ni siquiera has entendido el alcance global de la situación.
Estás en un laberinto sin mapa.
Cuando el mapa no existe, da igual cuántas veces alumbres el mismo recoveco.
Aplicar pensamiento primero-en-anchura en esa conversación implicaría tomar el control, decir:
- Vale, para un momento. Dime cuáles son los cuatro o cinco grandes temas que han surgido y en qué orden. No entres en detalle. Sólo dímelos por encima.
Tras ese barrido, detectas que uno de los temas, por ejemplo, es realmente crítico. Perfecto, ahora sí:
-Baja ahí y dame más detalle.
Observa que no se trata de renunciar a la profundidad. Se trata de elegir cuándo y dónde aplicarla.
Sin amplitud, la profundidad es un salto al vacío.
Si haces esto y dominas la lógica y el pensamiento primero-en-anchura, verás cómo en cinco minutos conocerás mejor que ellos de toda la situación, la estructurarás mentalmente y, acto seguido, bajarás al punto que resuelve el problema o que pone en la pista adecuada para seguir avanzando.
Para la otra persona puede parecer magia.
Será tu lógica.
Tu primer entrenamiento en lógica transferida
No basta con conocer el algoritmo. Tienes que saber cuándo pulsar la tecla.
El pensamiento primero-en-anchura es una transferencia, como te dije antes, que me invento a partir de un algoritmo cuyo objetivo es recorrer una estructura de información de forma eficiente cuando no hay pistas de donde está lo que más importa.
Muy bien.
Ya me conoces. De nada sirve saber todo esto si no lo aplicas.
Quien se engaña a sí mismo es el más indefenso de todos.
Puede que tu cerebro esté acostumbrado a pensar como siempre ha pensado. Y eso puede ser de manera subóptima a nivel lógico y, con una buena probabilidad, sin aplicar el pensamiento primero-en-anchura de forma implacable.
Por desgracia, muchas personas sin mayor exposición a la lógica dura, aprendieron a resolver problemas sencillos en el colegio, instituto, universidad, etc., usando el método de “entro por la primera puerta y voy tirando hasta el final”. Para cuestiones pequeñas puede funcionar porque es ineficiente si no tienes una pista de dónde está el oro y la fuerza bruta es ineficiente y te penaliza, pero te puede funcionar. En la vida real, donde la complejidad es grande y la superficie del problema o de la solución a recorrer puede ser enorme, incluso infinita, ese método se rompe.
Toca reentrenar tu forma de explorar la información, de analizar, de diseñar soluciones y de tomar decisiones.
Te invito a que practiques el pensamiento primero-en-anchura.
La lógica no perdona. Ni siquiera a ti.
Te propongo un ejercicio simple. No subestimes su utilidad por parecer básico. Úsalo y verás la diferencia. Los pasos a seguir son estos:
Escoge una conversación o un problema cotidiano. Puede ser un problema de trabajo, una situación familiar o incluso algo trivial como organizar un viaje con amigos.
Oblígate a mapear los elementos principales.
¿Cuáles son las “piezas” clave de ese asunto?
Escríbelas en horizontal, como si fueran nodos de un primer nivel.
Examina una de ellas por un momento. Sin profundizar demasiado, anota los subtemas que encuentras. Luego regresa a la lista de “piezas” principales.
Recorre todas las piezas principales. Cuando hayas dado ese primer repaso, tendrás una panorámica amplia.
Ahora decide cuál es la más prometedora (o peligrosa). Baja un nivel y aumenta la resolución de tu cámara. Haz un “doble clic” y entra en mayor profundidad.
Repite este proceso las veces que sean necesarias.
Observa cuánto tiempo ahorras y cuánta claridad ganas. Además, observa cómo tu cerebro empieza a estructurar la información en forma de árbol lógico, en vez de en un laberinto de pasillos oscuros.
Si te cuesta poner esto en marcha, prueba este enfoque con un poco más de detalle:
Elige un tema que te esté preocupando: un proyecto que no avanza, un debate familiar sin fin, o una decisión importante que llevas aplazando.
Escribe los 4-6 aspectos principales que componen ese tema. No entres en detalle, sólo nómbralos. (Ejemplo: costes, personas involucradas, plazos, riesgo, etc.)
Haz un primer repaso “en anchura” de cada uno de esos aspectos. Dedica un minuto a cada uno, nada más. Suficiente para ver si es un triángulo, un cuadrado o un círculo gigante.
Detecta el aspecto más prometedor o más urgente. Ahí es donde vas a bajar de nivel. ¿Qué encuentras dentro? Mapea sus subcomponentes.
Vuelve al nivel general y pasa al segundo aspecto más relevante. Anota qué subtemas ves dentro. Hazlo con todos, sin quedarte atrapado en uno solo.
Contrasta la información con tu lógica. ¿Algo no encaja? ¿Algo te chirría? Sé implacable, no tapes los huecos con excusas.
Define tu siguiente paso. ¿Dónde merece la pena invertir tu energía? ¿Qué nodo de tu “árbol” vas a explorar con profundidad?
Termina el día revisando cómo te ha ido. Puede que te sorprenda la velocidad con la que entiendes mejor tu situación y cómo tu capacidad de razonamiento crece al nutrirse de la lógica y la amplitud.
Amplitud sin lógica es dispersión. Lógica sin amplitud es reducción.
Esto es lo que pretendo que te dará ventaja en tu vida personal, profesional, negocios, inversión, emprendimiento. En lo que sea.
No es magia, pero a quien no lo domina le puede parece que sí.
Conviértete en un mago.
No necesitas ser un tipo de ciencias, ni un tipo brillante para aplicar esto. Sólo hace falta que quieras aplicarlo, porque es sencillo pero, como suelo decir: hay cosas sencillas de entender pero difíciles de interiorizar. Es decir: difíciles de integrar en tu vida.
Es por eso que tu voluntad y ganas de hacerlo serán fundamentales.
La mayoría no las tiene.
Ahí radica tu ventaja competitiva con la mejora que conseguirás.
El mundo no necesita más gente con opiniones, sino con criterio.
Lo que más me gusta es aprender. Eso también es cierto para conocer qué te ha parecido este artículo y qué te parece La Forja.
Cuéntame eso o cualquier otra cosa que quieras decirme mandándome un correo a josefortes@substack.com.