Gracias a los suscriptores que llevan en La Forja mucho tiempo y gracias a los nuevos que se van uniendo.
Artículos clásicos de La Forja por si no los has leído aún:
Esta semana te recomiendo estos artículos para que te pongas al día o para que los refresques:
It doesn’t get any less scary. All that happens is that you have less life left. It helps if you do your falling early, and it really helps if you do your reaching early.
Mary H.K. Choi
Ni juegues al juego equivocado ni esperes nada
Quieres vivir mejor, tener libertad, construir una vida en la que lleves las riendas. Muchos lo quieren. Pero la mayoría está atrapada en un modelo estándar: trabajan duro, cumplen las reglas y esperan que el sistema, el cosmos, los recompense.
Buena suerte.
Si juegas con las reglas de otros, siempre pierdes.
El sistema estándar está diseñado para crear clones estándar. Está diseñado para premiar la mediocridad con falsa estabilidad (siempre te pueden echar a la puta calle con 50) y castigar la excelencia, la creatividad y la empresarialidad con oposición y trabas.
Algunos signos para que los que lleven tiempo en el sistema puedan saber si están atrapados en él y para que los más jóvenes no se dejen atrapar:
Aunque trabajes más, en tiempo y esfuerzo, no ganas proporcionalmente más. Y mucho ganas exponencialmente más.
Tu "plan de carrera" depende de decisiones ajenas, no de ti. Es tu plan, pero lo deciden otros. Curioso.
Ahorras migajas porque subes tu nivel de vida un poco con cada ascenso, pero estás realmente en el mismo sitio. No has conseguido la velocidad de escape de los juegos exponenciales.
Si tu estrategia consiste en pedir permiso, no tienes una estrategia; tienes el traje de mayordomo ya puesto para servir el té a tu señor.
No importa lo mucho que corras dentro de una jaula.
¿Sabes lo peor?
Que si no haces algo, dentro de 10 años seguirás en el mismo sitio, solo que por detrás. Estar en el mismo sitio es ir hacia atrás. Además, estarás más cansado de tu vida y más frustrado, pero verás cada vez menos huecos para hacer cambios.
El sistema no es que no funcione; es que está construido en tu contra.
Esto no tiene por qué ser así, necesariamente. Hay quien ha conseguido diseñar su vida y vivirla razonablemente acorde a lo que buscaba.
Si no eres de los que se conforman, ya tendrás clara una cosa:
Tendrás que hacer algo al respecto, entonces.
El mundo no te debe nada. Pero puedes diseñarlo para que te pague.
El perfeccionismo mal entendido también te puede estar lastrando
Empecé a tocar la guitarra con 12 años. Era algo que me fascinaba. Me sigue fascinando. No entendía cómo había gente que podía escuchar la música de sus bandas favoritas y no tener que salir corriendo a coger la guitarra y querer tocarla. Para mí una cosa y la otra eran lo mismo.
En toda mi adolescencia y temprana juventud, tocaba mucho la guitarra. No solo me gustaba. Mi obsesión era mejorar. Dedicaba el 80% de mi energía a ser mejor guitarrista.
¿Sabes qué no hacía? Crear canciones. Lanzar mi "producto".
Dedicaba un 20% a hacer música, canciones. Aunque tenía facilidad para ello. Pero nunca me gustaba el nivel que tenía y, por tanto, tenía que seguir mejorando primero.
"Cuando sea suficientemente bueno, dedicaré más tiempo a crear mejor música". Esa era la doctrina.
En mi caso, la guitarra era una de las muchas cosas que me interesaban. Haber lanzado "mi producto" habría sido un acierto porque habría creado un catálogo musical del que hoy estaría orgulloso. Pero nunca ambicioné dedicarme profesionalmente a la música. Había otras cosas que me interesaban aún más y por ahí me orienté.
Sin embargo, tenía un amigo en Suecia que sí era un verdadero virtuoso. Ambos teníamos 20 años. Nos conocíamos solo por Internet por estar en contacto en foros de amantes de los virtuosos de la guitarra.
Él sí era un virtuoso.
No puedo compartir los MP3 que me pasaba, ya que nunca publicó esas canciones. Pero puedo decirte que este amigo era un guitarrista y músico de un calibre como este, pero con su propio estilo:
Llegó a recibir una oferta para grabar un disco de Shrapnel Records, la discográfica de referencia de los guitarristas virtuosos en el mundo. Fundada por un amante de la guitarra virtuosa... con 22 años. Sí, con 22. Y tú pensando que con 22 no se puede hacer nada porque todavía te falta mucho que aprender.
Mi amigo rechazó la oferta de grabar el álbum. Cuando le pregunté:
"Aún no estoy listo; tengo que mejorar", me dijo.
El resultado fue que jamás grabó su álbum como virtuoso de la guitarra.
Buscar la excelencia es virtuoso. Esperar a la perfección es ingenuo.
Yo perdí mi tren al no crear más canciones. Debería haber disfrutado más de la música y no centrarme solo en cómo tocaba la guitarra. Es un tren menor que el suyo, pero es un tren.
Él perdió su tren, mayor, de grabar su disco como guitarrista virtuoso. Y quién sabe qué, después de ahí. Aunque hoy se dedica a la música, su tiempo como guitarrista fue clave y hoy podría sentirse orgulloso de haber cristalizado esa etapa en un álbum. Esa parte de su vida ya pasó.
Se quedó mucho talento sin materializar por su perfeccionismo.
La perfección es un norte. Es aspiracional. No un lugar real al que llegar.
Los filósofos griegos no se llamaban a sí mismos sabios, sino "amantes de la sabiduría". Sabían que la sabiduría es aspiracional.
Filosofar no requiere ser sabio.
Crear no requiere ser perfecto.
Actuar no requiere estar perfectamente listo.
Persigue la excelencia, pero siembra en el terreno que ya puedes labrar.
Cada paso imperfecto que das construye la plataforma desde la cual podrás mejorar. No puedes mejorar en el vacío. Necesitas la fricción real de la acción, de intentar generar resultados con ella.
El mundo recompensa a quien crea valor, no a quien lo perfecciona en secreto.
Comprueba si tu perfeccionismo no te está impidiendo hacer lo que quieres en la vida.
Esto es mejor aprenderlo con 20, pero si tienes 40, apréndelo antes de los 60.
Crea, capitaliza, avanza
Salir de ese juego no solo es posible: es necesario.
1. Genera valor primero y captura parte de ese valor después
Mejora la vida de otros.
Crea algo que no pueda ser ignorado.
No solo generes likes. Genera ingresos.
2. Emprende tu propio camino
Deja de esperar a que te elijan.
Elige tú los problemas que vas a resolver.
Controla tu creación de valor y tu flujo de dinero.
Emprender no es sólo crear una empresa; es también crear una vida en la que no dependas de otros.
3. Aprende fundamentos que escalen contigo
Fundamentos. Por definición, cambian poco y sostienen casi todo el peso. Hay menos gente que domina los fundamentos que la última moda.
Invertir en estos fundamentos hoy es plantar árboles bajo cuya sombra descansarás dentro de veinte años.
Aprende a aprender: como te conté en "El truco número 1 para aprender bien", conviértete en una máquina de aprender de forma profunda.
Todo lo que vayas a hacer, primero lo tienes que aprender.
Potencia habilidades que no caduquen, sino que escalen con el tiempo. Cuanto más tiempo lleves en ellas, mejor serás: ventas, negociación, estrategia, etc.
Las modas cambian. La naturaleza humana, no.
Combina eso con acción imperfecta constante y sigue avanzando.
No busques hacer historia mañana. Empieza a construir hoy la versión de ti que podrá escribirla.
Plan de ataque
Ahora que sabes que puedes salir del juego equivocado, te propongo que empieces mañana mismo.
Tienes que evitar frenarte a ti mismo:
Asegúrate de que tu mejor futuro no estuvo en tu pasado.
Ponte en marcha:
Paso 1: Descubre el valor en ti
1.1 Haz inventario de lo que te gusta y de lo que sabes hacer:
Identifica tus gustos y habilidades principales.
Analiza qué problemas podrías resolver.
¿Quién estaría dispuesto a pagarte por ello?
1.2 Pregúntate:
¿Cuándo me he sentido más útil para los demás?
¿Qué cosas me gustan y soluciono casi sin esfuerzo?
¿Sobre qué me piden consejo constantemente?
1.3 Prioriza:
Selecciona 3 talentos accionables.
¿Puedes resolver problemas que alguien tenga con ellos?
Ordénalos según la facilidad de monetización.
Juega a tu favor. Encuentra dónde tus fortalezas son una ventaja injusta, como te conté en ese artículo.
Paso 2: Lanza tu versión imperfecta
2.1 Pon en marcha algo que puedas entregar:
Un servicio sencillo que resuelva un problema real.
Una primera versión de ti mismo como solucionador de problemas.
Acércate a quien está haciendo lo que querrías hacer y ayúdalo.
2.2 Ponte en el mapa antes de sentirte listo del todo:
Comparte tu valor.
Ofrece tus servicios.
Aprende de la realidad más rápido que de un manual.
2.3 Ajusta rápidamente:
Escucha feedback real.
Aprende y refina.
Refuerza tus fortalezas. Adecenta tus peores ángulos.
El mundo no te necesita perfecto. Te necesita útil.
Paso 3: Monetiza, se conocido por dar resultados y reinvierte en ti
Valida que puedes convertir tu valor en dinero.
Genera autoridad basada en resolver problemas, no en hablar de ti.
Invierte en aprender fundamentos que escalen contigo. Construye para el corto, medio y largo plazo.
Ganar dinero una vez puede ser suerte. Ganarlo de forma consistente es un sistema.
La perfección es un ideal.
Persíguelo y consigue la excelencia.
Pero no te limites.
La acción imperfecta mientras buscas la excelencia es el camino real.
No esperes a ser perfecto ni a que el mundo venga a preguntarte si quieres jugar.
Ponte a jugar y, si tienes que hacerlo, crea tu propio juego.
Lo que más me gusta es aprender. Eso también es cierto para conocer qué te ha parecido este artículo y qué te parece La Forja.
Cuéntame eso o cualquier otra cosa que quieras decirme mandándome un correo a josefortes@substack.com.