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Artículos clásicos de La Forja por si no los has leído aún:
Esta semana te recomiendo estos artículos para que te pongas al día o para que los refresques:
La mente que se abre a una nueva idea jamás vuelve a su tamaño original.
Albert Einstein
En el artículo #46 te hablé de 5 claves para aprender bien.
Muchos me han preguntado pidiéndome profundizar en ellas.
En el artículo #69 te hablé de la definición y su vital importancia.
En el artículo #70 te hablé del patrón de la inversión y cómo puede ayudarte a aprender lo que está en la otra cara de la moneda.
En el artículo #72 te hablé sobre la evocación y la repetición espaciada como clave para solidificar lo aprendido.
En este artículo te hablo de conectar lo que intentas aprender con conocimiento que ya tienes para solidificar y fomentar la innovación.
Conocimiento desconectado: conocimiento que desaparece
Te han enseñado que aprender es acumular datos como quien colecciona estampitas. Te sientes seguro porque has memorizado listas de conceptos, fórmulas o teorías.
Lo llaman aprender.
Lo llamas aprender.
Te engañan.
Te engañas.
Un concepto sin conexión es una hoja flotando en el aire, sin conectar a un árbol con raíces: basta un soplo para que desaparezca.
Lo que haces no es aprender bien; es acumular.
Esa es una de las razones por las que lo que aprendes hoy se te olvida mañana. Una de las razones por las que sabes que has leído algo, pero no eres capaz de explicarlo ni de aplicarlo. Has dejado cada cosa que aprendes flotando en el aire, sin un lugar sólido en tu árbol de conocimiento.
Lo que no se une a una rama que entronca con raíces, se pierde.
El aprendizaje sin conexión es una promesa que nunca se cumple.
Los buenos maestros y profesores entienden esto. Por eso, cuando explican, te ayudan a relacionar lo que te enseñan con lo que ya sabes. Se esfuerzan en hacer esas conexiones, sabiendo lo que sabes y lo nuevo que intentan enseñarte.
Te habrás dado cuenta de que los buenos maestros y profesores escasean.
Una buena clase es un alumno y un gran maestro. Todo lo demás es decoración y distracción.
Si pones a maestros inútiles rodeados de pizarras digitales e iPads con alumnos en aulas de lujo, tienes una estafa.
Esa estafa se llama sistema educativo.
Ahora bien, ya sabes que la responsabilidad sobre lo que quieras que ocurra en tu vida es tuya.
De nadie más.
Esto lleva por propiedad transitiva a que si el sistema no te lo da, ni te lo puede dar por su diseño, fabrícatelo tú.
Encárgate tú de fabricar tu forma de aprender bien.
Aprender conectando conocimiento es responsabilidad tuya, como todo lo que pretendas conseguir en tu vida.
El poder de conectar conocimiento
Una clave para transformar lo que aprendes en algo útil y duradero es conectar.
Conectar significa que el nuevo conocimiento que estás intentando aprender se relacione, a nivel de significado, con algo que ya has aprendido e interiorizado. Así se activa ese conocimiento previo y se establecen conexiones entre ambos.
El conocimiento sólido no es una lista de cosas que sabes; es un sistema vivo de conexiones.
Cuando logras conectar tu conocimiento, deja de estar formado por hojas aisladas que flotan en el aire y se convierte en un árbol que crece con cada nueva hoja.
Raíces, tronco, ramas y hojas. Todo conectado.
Tu árbol de conocimiento crece hoja a hoja.
Esta es la diferencia entre retener algo una semana y convertirlo en parte de ti para siempre.
No se trata de llenar una bolsa de basura con hojas de conocimiento. Se trata de que se integren en las ramas de tu árbol de conocimiento.
El proceso de la conexión: paso a paso
Paso 1: lo nuevo y lo previo
Los nodos negros, sólidos y estables son el conocimiento que ya tienes. Lo nuevo que quieres aprender son los nodos rojos, aun sin conectar con el significado de nada que sepas ya.
Paso 2: activación del conocimiento adyacente
Al prestarle atención a lo nuevo, activas un grupo de conocimientos que tienen un significado relacionado con eso: los nodos naranjas.
Son el puente.
Ahí es donde tienes que enfocarte para conectar.
Por ejemplo: si estás aprendiendo sobre forja de espadas medievales, tendrás conocimiento adyacente sobre caballeros, templarios, etc. Ese es un tipo de conocimiento con significado cercano que se activará cuando pienses en la forja de espadas.
Cuantas más conexiones puedas establecer entre los nodos naranjas (tu conocimiento previo) y los rojos (lo nuevo), más firmemente integrarás lo nuevo en tu árbol de conocimiento.
Paso 3: Integración y consolidación
El resultado final es que el nuevo conocimiento ya no es algo suelto. Ahora forma parte de tu árbol de conocimiento.
Está conectado.
Se ha integrado, se ha agarrado a una rama sólida y, por eso, no se olvidará fácilmente.
Se quedará.
Lo que no conectas, lo olvidas. Lo que conectas, forma parte de ti.
Creatividad e innovación: la magia de conectar lo que parece disperso
Cuando logras conectar el nuevo conocimiento con el que ya tienes, no solo aprendes mejor, también fomentas la creatividad y la innovación.
¿Por qué?
Porque la innovación surge de la capacidad de ver relaciones entre campos de conocimiento que parecen lejanos. De la polinización cruzada de ideas.
Cada vez que conectas algo nuevo con lo previo, no solo estás reforzando ese nodo. Estás creando puentes entre ramas de tu árbol que, a simple vista, podrían parecer separadas.
Cuantas más conexiones puedas tejer entre lo aparentemente disperso, más fertilizas la tierra para la innovación.
Los innovadores no solo aprenden lo que está en su campo directo. Buscan, por curiosidad o deliberadamente, la relación entre campos dispersos. Entre cosas nuevas y lo que ya saben de otros campos. Así nacen ideas que cambian industrias, formas de pensar y de vivir.
El gran río de la innovación nace cuando se unen afluentes dispersos de conocimiento.
Pasos prácticos para aprender a conectar mejor
Ahora quiero darte un sistema que puedes aplicar hoy para ayudar a forjar mejores conexiones y evitar que lo que aprendes muera antes de dar fruto:
Explora la relación semántica. Cuando estás aprendiendo algo, pueden activarse nodos naranjas, conocimiento previo relacionado, que te ayuden de forma natural a conectar lo nuevo con ellos.
Puede que ocurra.
Agárrate a eso si ocurre y refuérzalo reflexionando sobre ello, hablándole de ello a un amigo, etc. (evocación).
Si no ocurre, intenta forzar tú las conexiones.
No te limites a memorizar: pregúntate cómo se relaciona lo nuevo con lo que ya conoces.
¿Cómo amplía, desafía o complementa lo que ya sabes?
Este es el primer paso para activar los nodos naranjas.
Ejemplo 1: Estás aprendiendo sobre cómo funciona un motor de combustión. Pregúntate: ¿Cómo se relaciona con la idea de eficiencia energética que ya conocías de otros ámbitos?
Ejemplo 2: Lees sobre negociación en un curso. Conecta con lo que ya sabes sobre persuasión o sobre dinámicas de grupo.
Ejemplo 3: Estás viendo un documental sobre física cuántica. Pregúntate cómo se contradice o complementa con la forma en que entiendes la causalidad y el determinismo en el mundo cotidiano.
“No memorices. Conecta lo que aprendes con lo que ya eres.”
Define con tus palabras. Oblígate a explicar lo nuevo sin ejemplos, solo con definiciones claras. Esto destila la esencia y mejora la precisión de las conexiones de significado con tu conocimiento previo.
Además, posiblemente creará más conexiones porque, al hacer más precisos los conceptos, la nube de conceptos relacionados se hace también más precisa.
Aparecerán relaciones entre más conceptos, porque lo que era nebuloso ahora es preciso y es más fácil establecerlas.
Revisa y evoca. Usa la técnica de evocación + repetición espaciada: trae lo que aprendiste una y otra vez a tu memoria de trabajo a lo largo del tiempo.
Cada evocación refuerza las conexiones y puede descubrir y crear nuevas conexiones ocultas al principio.
Busca conexiones lejanas. No te limites a las conexiones evidentes. La innovación nace de conectar cosas que, a primera vista, parecen no tener relación.
Ejemplo 1: Estás aprendiendo sobre cómo funcionan las redes neuronales artificiales. Piensa en cómo ese patrón se parece a la forma en que funciona tu red de contactos profesionales. ¿Qué se te ocurre al reflexionar sobre ello?
Ejemplo 2: Estás aprendiendo economía de empresa, flujos de caja, cash flow. Conecta el concepto de entradas y salidas de efectivo con cómo fluye la atención de la gente en redes sociales.
Ejemplo 3: Estás viendo un documental sobre la estructura de las termitas. Piensa en cómo esa forma de organización puede aplicarse a un equipo de trabajo en remoto.
La memoria a largo plazo no es un almacén de datos: es una red de significado.
Dale importancia a conectar al aprender y comprueba la diferencia.
Lo que más me gusta es aprender. Eso también es cierto para conocer qué te ha parecido este artículo y qué te parece La Forja.
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Las metáforas sirven para conectar información